martes, 6 de noviembre de 2012

La historia de Samuel

Empezaremos por el principio. El Celta de Vigo cuenta con cuatro centrales, hasta aquí todo correcto. Cabral y Túñez conforman la pareja titular y se complementan bien. Diestro el primero, zurdo el segundo; rápido uno y siempre bien colocado el otro; contundentes y expeditivos. Se han consolidado en el equipo permitiendo que Borja Oubiña no se vea obligado a desvivirse corriendo de un lado para otro tapando agujeros y haciendo posible que el talentoso Alex López pueda armar el juego desde el centro del campo a su antojo. 

Los otros dos centrales son Jonathan Vila, un futbolista que prometía mucho pero que se estancó de camino a Primera, y Samuel, jugador que vamos a analizar más detenidamente. Samuel se había hecho un nombre en Segunda división en el Elche y el Hércules y a sus 27 años consideró que ya era hora de dar el salto y probar suerte en la élite del fútbol español. De modo que fichó por el Celta, equipo recién ascendido a Primera.



La ilusión de Samuel daba comienzo aquí, y entrenó con energía y ganas para hacerse con un puesto. A priori parecía que Paco Herrera le otorgaría galones dándole el liderazgo de la zaga viguesa. Sin embargo, la buena compenetración entre Cabral y Tuñez de la que antes hablábamos provocó que Jonathan Vila y Samuel fuesen los elegidos para esperar turno en el banquillo. Primera desilusión para nuestro protagonista. 

Todo siguió así durante los ocho primeros partidos hasta que Cabral y Jonathan Vila, el primero por sanción y el segundo por lesión, le permitieron a Samuel cumplir su sueño y debutar en Primera. Después de que equipos como Atlético, Fulham o incluso Arsenal se interesasen por él hace años y de dejar pasar dichas oportunidades, Samuel sabía perfectamente que esta opción no se le podía escapar. Entró al campo tras la expulsión de Cabral en el minuto 55 y ayudó a aguantar en defensa a un Deportivo de la Coruña que iba a por todas con un hombre más. Samuel demostró que junto a Tuñez formaba una pareja de centrales consistente y que podría hacerse con la titularidad dejando fuera a Cabral.


Pero a la semana siguiente saltó la mala noticia. Samuel estaba tocado y se perdió el partido contra el Barcelona y hoy se ha confirmado su grave lesión. Samuel estará alejado de los terrenos de juego durante al menos seis meses tras romperse el ligamento cruzado anterior de la pierna izquierda. Justo cuando había llegado su oportunidad. Segunda desilusión para nuestro protagonista.

No aparecerá en los informativos de televisión, ni en los boletines de radio, ni su foto tendrá un hueco en la prensa, y en internet sólo dará con él aquel que se digne a buscarlo. Pero aquí queda su historia. Un relato que aún no ha acabado y que continuaré cuando Samuel vuelva de su lesión para ser titular en un equipo de Primera división. Porque no habrá una tercera desilusión.