lunes, 21 de noviembre de 2011

La lógica de la circunscripción única

Durante casi un año he destinado este blog al análisis de los vaivenes futbolísticos tanto nacionales como internacionales. Esa es la temática con la que decidí crear este espacio y así seguirá siendo. Sin embargo, las elecciones que se celebraron ayer en nuestro país deben hacernos reflexionar. Basta con entrar en la página web de cualquier gran periódico para ver los resultados del supuesto ejercicio democrático que se produce cada cuatro años en nuestro país.


En el total del número de votos podemos observar datos muy llamativos. Casi un 30% de abstención, más de 300 mil votos nulos y otros tantos blancos. Además, contemplamos atónitos como IU, con más de 1,6 millones de votos, cuenta con 5 escaños menos que CIU, que supera por poco el millón de papeletas. En cambio, UPyD, con un número de votantes similar al de CIU, únicamente cuenta con 5 escaños, los mismos que el PNV, por ejemplo, teniendo el partido vasco únicamente algo más de 300 mil votos. Sí, el mismo número que las papeletas nulas o en blanco. 

Esta catarsis de datos deja claro que el sistema electoral basado en la circunscripción provincial está en crisis. Se creó con la intención de mantener el bipartidismo en busca de la estabilidad. Algo comprensible con la dictadura recién acabada y con un duro proceso de transición por delante. Pero no ahora. Este sistema, pretendía además beneficiar a los partidos nacionalistas después de más de 30 años de represión con Franco. Este factor también es agua pasada y parece evidente la necesidad de crear una nueva ley electoral que cumpla de forma real con las demandas de los votantes.

Para ello, lo más idóneo sería la creación de una circunscripción única, en la que el voto de un señor de Ávila valga exactamente lo mismo que el de una joven de Melilla. La metodología sería sencilla. Lo primero que hay que hacer es dividir el número total de votos entre los escaños del Parlamento. Es decir, si en estas elecciones han votado 24.590.557 españoles, al dividir esa cifra entre los 350 asientos del Congreso de los Diputados, nos damos cuenta de que para obtener un escaño sería necesario llegar, obligatoriamente, a los 70.258 votos.


Así, como el PP consiguió 10.830.693 de votos, al dividir esa cifra entre los 70.258 que harían falta para obtener un escaño, observamos que los populares tendrían 154 escaños, y no 186, que son los que ha conseguido. El mismo proceso se realizaría con el resto de partidos. Además, los votos en blanco y nulos se tendrían muy en cuenta e incluso se contaría con los escaños de estos electores. En estas elecciones se ha superado el medio millón de papeletas con creces, por lo que merecerían tener representación, aunque simplemente sea a modo de sillones vacíos en el Congreso. Así incluso se combatiría con la indiferencia de las abstenciones.


De este modo nos damos cuenta de que IU y UPyD conseguirían bastantes más escaños de los que tienen actualmente, puesto que tienen más votos. Se trata de algo tan lógico y evidente que no debería ser ni discutible. Tantos votos, tantos escaños. Sin necesidad de idear un entramado que beneficie al bipartidismo y a los nacionalistas, con el fin de evitar que las elecciones sigan siendo un circo en el que los protagonistas son siempre son los mismos.



Gráficos creados por Luis Rodríguez


Twitter: @javierdele @luis_pakemas

miércoles, 9 de noviembre de 2011

La falsa leyenda de la cantera

Durante años ha corrido y triunfado la teoría de que en la Liga los equipos españoles apenas hacen uso de la cantera. Se ha criticado la supuesta llegada masiva de jugadores extranjeros a costa de los jóvenes valores que esperan una oportunidad en las categorías inferiores.

Si bien es cierto que la aprobación de la ley Bosman flexibilizó el mercado y permitió la contratación de un mayor número de jugadores extranjeros, parece claro que cada vez son más los entrenadores de conjuntos españoles que deciden apostar por la cantera. Los triunfos desde hace ya muchos años de la selección española en categoría inferiores vienen a refrendar este argumento. Esos futbolistas que siendo menores de edad triunfaron con España, son los que han dado un salto de nivel a la Liga y también, una parte de ellos, los que han conseguido que la selección absoluta mande tanto en Europa como en el resto del mundo.




Mis detractores (que son muchos) apuntarán que el éxito de muchos jugadores españoles se dio tras su marcha a equipos extranjeros, debido a la imposibilidad de triunfar en nuestro país por la escasez de oportunidades. A esto responderé que muchos de esos jugadores se marcharon, o bien cuando aún no se les había descartado del equipo en cuestión (Cesc o Piqué), o bien cuando ya habían debutado y destacado en sus respectivas plantillas (como Torres, Arteta o Silva).

No hace mucho leía varios artículos catastrofistas que hablaban de la decadencia de la Liga debido a la hegemonía de Real Madrid y Barcelona, al desigual reparto de los derechos televisivos, a la deplorable gestión de la LFP y a la escasez de canteranos en las plantillas de Primera división. No negaré los tres primeros factores, pero con lo que he expuesto más arriba, creo que dejo clara mi postura en lo que respecta al último punto.

Y es que únicamente hay que mirar las plantillas de los equipos españoles de la máxima categoría para afirmar que la leyenda de que no se cuenta con la cantera, a día de hoy, es falsa.




El Mallorca, por ejemplo, es uno de los conjuntos que más y mejor uso hace de los jugadores del filial. Pau Cendrós, Kevin, Bigas, Tomás Pina (que tiene unas condiciones impresionantes, algún día hablaré de él) o Álvaro son algunos ejemplos. Todo ello sin contar a gente como Ramis o Nsue, ya afianzados en el equipo. El Espanyol también ha tenido siempre muy en cuenta la cantera, y cada año hace uso de multitud de jugadores de las categorías inferiores, como ha sido el caso de Raúl Rodríguez, Galán, Rui Fonte, Thievy o Amat.

Del mismo modo, Recio, Juanmi, Apoño o Jesús Gámez son fruto de la cosecha malagueña, mientras que Illarramendi, Íñigo Martínez, Pardo o Agirretxe representan los éxitos de la factoría donostiarra. Por no hablar de Villarreal, que cuenta con uno de los mejores filiales del país. Todo ello sin olvidar que el Racing suele sacar excelentes jugadores, como Canales, Marcano o, actualemente, Jairo, y que conjuntos como Sevilla y Osasuna se nutren de jugadores jóvenes como Luis Alberto, Campaña, Andrés Fernández o Flaño. El último en sumarse a esta lista parece ser el Betis, con los Vadillo, Pozuelo, Sergio o Alex Martínez.




Si a eso añadimos que Athletic de Bilbao y Barcelona viven prácticamente de su cantera, podemos concluir que los conjuntos de nuestro país tienen muy en cuenta a las jóvenes promesas, y más en tiempos de crisis, en los que mirar lo que hay en casa siempre sale más barato que arriesgarse a comprar fuera. Getafe, Granada, Zaragoza o Levante son excepciones que no deben hacernos olvidar que lo más importante de la Liga española son los Xavi y Casillas que dentro de diez años seguirán levantando eurocopas y mundiales. Los equipos españoles lo saben y lo tienen muy en cuenta. Ténganlo por seguro.