martes, 4 de diciembre de 2012

El curioso caso de Wakaso Mubarak II

“Queremos once Wakasos”, cantaba Cornellá-El Prat el pasado 25 de noviembre en el partido que el Espanyol perdió contra el Getafe 0-2 y que fue la sentencia de Mauricio Pochettino, destituido horas después del choque. 

Es curioso porque Wakaso Mubarak no es el ejemplo de jugador vital que soluciona los problemas de un equipo. Sin embargo, la afición perica valora por encima de todo su entrega, pundonor e incansable lucha. Lo que el público quiere es que sus jugadores se dejen la piel en el campo, y Wakaso no será el jugador más técnico del Espanyol pero sí el que tiene más capacidad de sacrificio.




Hablo del curioso caso de Wakaso Mubarak. El segundo. El primero ya tuvo lugar hace tiempo, cuando el Villarreal lo contrató con la idea en mente de que en un futuro se convirtiese en el nuevo Marcos Senna del submarino amarillo. En este blog recogí su historia. Y a pesar de que cuando Wakaso jugaba se dejaba la piel, Senna no tenía pensado retirarse tan pronto, lo que unido al descenso a Segunda del conjunto de Castellón, propició que Wakaso saliera de Villarreal rumbo a Barcelona. El Espanyol actuó con rapidez para hacerse con su fichaje, por un montante total de 300.000 euros. 

Este potente ghanés de 22 años acumula 12 partidos en la Liga BBVA con el Espanyol, en los que ha conseguido un gol, dos asistencias y 28 disparos a puerta, siendo el líder del equipo en este último dato. Pochettino no consideró que Wakaso pudiese ser un Senna. El técnico argentino observó, como casi todo aquel que ve jugar a Wakaso al menos una vez, que posicionalmente es un desastre y que como buen jugador africano, la disciplina táctica no es su fuerte. Además, no se trata de un jugador inteligente. Por lo que el ya destituido Pochettino apostó por él en banda izquierda, y en ocasiones incluso lo retrasó al lateral. Wakaso, zurdo cerrado, cumplió sobrado en cualquiera de esas posiciones, con libertad para irse al centro y buscar crear peligro en el área rival gracias a su desequilibrio y a sus impredecibles movimientos. 

Wakaso es el jugador que más faltas recibe de Primera división, por delante de Messi, Iago Aspas y Cristiano Ronaldo, que se dice pronto. Su tendencia a ir al choque con el rival, a luchar hasta el último segundo por conseguir el balón, quizá sea uno de los motivos que hacen posible esta estadística. Pero es que además Wakaso es el jugador que más tarjetas recibe de la Liga BBVA, pues ya ha visto siete amarillas y una roja. Quizá esto también se deba a su excesivo ímpetu. Wakaso, por el contrario, asegura que los árbitros le sacan tarjetas “por ser negro”.



Ahora, con Javier Aguirre, técnico que se caracteriza por el valor que otorga a jugadores con pundonor, como Wakaso, presumiblemente nuestro protagonista seguirá siendo titular. El mexicano continuó apostando por él en banda izquierda en su debut como técnico ante el Granada. El ghanés se asocia además a la perfección con el prometedor Víctor Álvarez, lateral izquierdo canterano que ha conseguido desbancar al mismísimo Joan Capdevila. 

Wakaso Mubarak se entrena con intensidad. Tiene claro que no quiere repetir la experiencia del descenso que ya vivió el año pasado con el Villarreal. Su compañero Sergio García, que perdió la categoría con Levante, Zaragoza y Betis, tampoco le aconseja repetir. Por eso Wakaso se va a patear la banda izquierda hasta que el Espanyol se asegure la permanencia. Si lo consigue, quizá se escriba una nueva versión del curioso caso de Wakaso Mubarak. Sería la tercera.

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