Cuando Osasuna consiguió plaza en Primera división para la temporada 2000-2001, parecía que se trataba de un equipo que no duraría mucho en la máxima categoría. Lotina había conseguido un milagro con un equipo plagado de jugadores desconocidos que llevaban seis años vagando por Segunda división. Sin embargo, el conjunto rojillo cuenta ya doce temporadas entre los más grandes, lo que tiene un mérito enorme dado su modesto presupuesto. Y es que a veces no valoramos como es debido a los equipos que logran mantenerse en Primera muchos años seguidos. De hecho, únicamente seis equipos han permanecido más tiempo que Osasuna en la máxima categoría.
Si el ascenso hace más de una década se logró con gente de la casa como Yanguas, Cruchaga, Puñal o Sanzol, la permanencia durante los años posteriores se consiguió con mucho esfuerzo y con la aparición fulgurante de futbolistas de nivel procedentes del El Tajonar.
Así, los duros años posteriores, el conjunto rojillo se consagró en Primera gracias a jugadores como Elía, Izquierdo o Jusué (este último era un asiduo en las convocatorias de las categorías inferiores de la Selección española, aunque posteriormente no cumplió con las expectativas que en él se depositaron). Más adelante, con la aportación de los hermanos Flaño, Iñaki Muñoz, David López y Raúl García, Osasuna se hizo un nombre en el fútbol español. La mayor parte de los jugadores que formaban la primera plantilla contaban ya con experiencia al más alto nivel y además, las jóvenes perlas navarras tenían la posibilidad de curtirse en Primera división.
Todo esto sin olvidar que Javi Martínez, uno de los mejores medios centros del fútbol español, se crió también en la cantera de Osasuna, fichando por el Athletic de Bilbao a cambio de seis millones de euros cuando aún no había debutado en Primera división con los rojillos.
Pero el antes y el después a la hora de vanagloriar la cantera rojilla se produjo con la llegada de Monreal y Azpilicueta al primer equipo. Lateral zurdo el primero y diestro el segundo, ambos subieron de manera palpable el nivel futbolístico del conjunto navarro. Además dejaron llenas las arcas de Osasuna con su marcha a Málaga y a Marsella respectivamente.
Y no paró ahí la cosa. Kike Sola, Galán, Oier, Rúper o Annunziata también dejaron destellos de calidad en Primera división, todos ellos procedentes de la fábrica de peloteros que existe en El Tajonar. A estos nombres hay que añadir los más recientes, como son el de Andrés Fernández, amo y señor de la portería navarra por encima de Riesgo y Ricardo, el de Timor, mediocentro que mezcla sacrificio defensivo con loables capacidad ofensivas, o el de Satrústegui, lateral zurdo con muy buena pinta que a pesar de sus dos expulsiones en la presente temporada, está apuntando muy buenas maneras, sobre todo en la parcela ofensiva.