martes, 23 de julio de 2013

No es mediocentro, pero puede jugar ahí

Hace tanto tiempo que llevo pidiendo un organizador para el Sevilla que ni me acuerdo de cuando empezó todo esto. Desde que el club hispalense ascendió a Primera división he venido hablando sobre lo necesario que es para un equipo que pretende ser puntero en la élite el hecho de contar con un buen mediocentro. Sin embargo, el Sevilla alcanzó la gloria en Europa sin este perfil de jugador (Maresca nunca podrá ser considerado como tal) y la inercia de la victoria duró años y años. Han sido demasiadas temporadas con un Sevilla que ha cambiado todo tipo de piezas menos la más necesaria. La sala de máquinas de Nervión sigue hoy sin un hombre capaz de manejar los partidos y al equipo, y mientras Monchi siga ejerciendo sus funciones en la secretaría técnica del club, parece que las cosas continuarán igual.


Y es que son muchos los centrocampistas que han pasado por el Sevilla para intentar paliar este déficit. Renato, Keita, Romaric, Cigarini, Hervás o Kondogbia son algunos de ellos, de los cuales, únicamente Cigarini y Hervás cumplen el perfil de mediocentro creador. Por desgracia, ninguno de estos dos dio la talla y eso desanimó aun más a Monchi en la idea de buscar jugadores de este tipo.

Lo que está claro es que desde que el Sevilla gobernó Europa ha pasado mucho tiempo y el equipo ha ido a menos año a año. Para frenar esta dinámica se ha intentado de todo. Cambios en portería, en los laterales, en el centro de la zaga, en las bandas, en la mediapunta y en la delantera. Entrenadores nuevos, variaciones de sistema, cambios en la política de cantera y hasta despidos en la junta directiva. Todo menos Jesús Navas, Monchi y Del Nido había cambiado hasta la marcha del de Los Palacios al Manchester City. Y por supuesto, la idea sobre como debía funcionar el centro del campo del Sevilla tampoco varió. Monchi lo tiene claro. Centrocampista defensivo tipo Medel-Zokora-Poulsen acompañado de un jugador de trabajo y verticalidad tipo Romaric-Keita-Kondogbia. El patrón ha sido siempre el mismo y los resultados no han mejorado.


La afición sevillista es consciente de la necesidad de apostar por un tío en el medio que mande y no sólo destruya. Un hombre que agarre la pelota y la juegue con criterio desde la campo propio. Por eso sentó tan mal en Nervión que Del Nido no hiciese un esfuerzo por Borja Valero. Y por eso no logro entender por qué jugadores como Hernanes, Javi Márquez o incluso Movilla no son una opción para Monchi. No se trata de invertir mucho dinero en esa posición, sino de apostar por los jugadores indicados para la misma. 
Para colmo, el único futbolista capaz de hacerlo bien en este puesto, y que además contaba con un futuro prometedor, como era José Campaña, se marcha al Cristal Palace por dos millones de euros.

Lo verdaderamente lamentable, y lo que resume el problema, es que se fiche a Renato, Trochowski, Rakitic o Stevanovic y que se justifique de la siguiente manera: “bueno, no es mediocentro, pero puede jugar ahí”. El Sevilla es un club que debe contar con un mediocentro que lidere, no con parches. No es aceptable que un centrocampista defensivo como Medel sea el que asuma ese tipo de funciones. 

El Sevilla se ha reforzado bien, eso hay que admitirlo. La línea de tres cuartos, la delantera y la defensa darán la talla con la incorporación de hombres importantes como Marin, Jairo, Vitolo, Bacca, GameiroPareja o Carriço. Sin embargo, el centro del campo seguirá a merced de Medel y Kondogbia, dos jugadores que rinden a las mil maravillas en su puesto pero que son incapaces de mover al equipo en torno a ellos. Y mientras esto no cambie, los problemas continuarán.

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