viernes, 5 de julio de 2013

Ruddy, Cech, Mourinho y la normalidad

Jose Mourinho tenía razones de sobra para marcharse a un sitio en el que le dejasen trabajar, ya no sólo la directiva, sino también los medios de comunicación y la afición. Es imposible tomar decisiones técnicas arriesgadas si las críticas no permiten siquiera poner en marcha una idea. Por eso Mourinho se fue de España.

Una de las primeras cosas que ha hecho el técnico portugués al llegar a Londres ha sido pedir un portero. “Pero el Chelsea ya cuenta con Cech”, comentaréis. Sí, por supuesto, pero es que Mourinho odia que sus futbolistas se acomoden y a pesar de que el checo es un profesional como la copa de un pino, el nuevo entrenador blue ve necesario fichar a un guardameta que compita con él y le obligue a dar el máximo. Eso mismo fue lo que intentó en su primer año en el Real Madrid y no lo consiguió hasta el invierno de su tercera y última temporada como técnico blanco. Por si fuese poco, cuando fichó a Diego López. las críticas le llovieron a raudales y pocos intentaron comprender lo que el portugués estaba llevando a cabo.



De hecho, Mourinho se vio obligado a dar toques de atención a Casillas de otro modo, ya que Florentino Pérez hacía caso omiso a su demanda de otro portero. El portugués picaba a Casillas en rueda de prensa e incluso llegó a dejarle fuera del once, con la intención de que despertara y no se acomodase. Después de eso, Casillas volvió al equipo y habría seguido jugando como titular de no ser por aquella desafortunada lesión con Arbeloa. Entonces, Diego López aterrizó por fin en Madrid y sus buenas actuaciones evitaron que saliera del equipo. Sin embargo, todos los problemas Casillas-Mourinho, potenciados en gran parte por la prensa, podrían haberse evitado si Diego López hubiese llegado el primer año del portugués en Madrid. Si esto hubiese sido así, quizá Casillas no se habría dormido en los laureles y hubiese defendido su puesto en el once como un león.

En el Chelsea a Mourinho no le volverá a suceder lo mismo, y por eso se fue. Nadie ha cuestionado su decisión de incorporar otro portero e incluso Cech ha alabado al portugués en una entrevista reciente. Y no se crean que Mourinho fichará a un guardameta de medio pelo, no. Va a incorporar a John Ruddy, portero de 26 años del Norwich e internacional con Inglaterra. Y no saldrá barato. La puja se inició en 7 millones de euros y roza ya los 10 kilos. De modo que Ruddy no llegará a Londres a sentarse cómodamente en el banquillo, sino a competir duro con Cech, sabiendo que el que mejor lo haga jugará.


Y precisamente eso de “el que mejor lo haga jugará”, fue lo que no entendió el vestuario del Real Madrid, ni Madrid, ni España entera. Algo tan simple como que quién esté mejor tendrá un puesto en el once. Una premisa que obliga a todos los jugadores, a titulares porque saben que su puesto puede peligrar, y a suplentes porque saben que si luchan pueden entrar, a darlo todo.

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