Sin embargo, hay muchas cosas que no me gustan de este Arsenal, que es su Arsenal. No me agrada que Wenger sea visto como un caballero cuando ha dado muestras veraces de que no lo es (en esto me recuerda a Guardiola). No estoy de acuerdo con que uno de los clubes más importantes de Inglaterra apenas cuente con jugadores nacionales en sus filas. Dudo que la directiva no pueda hacer más por mantener a jugadores vitales en la plantilla como Gallas o Adebayor, o para al menos, encontrar repuestos dignos para ellos. Odio que Cesc juegue tan adelantado o que Clichy siga siendo titular en el lateral izquierdo. No logro comprender como la irregularidad de Nasri es antepuesta a la eficiencia de Rosicky, y me cuesta asumir que se pretenda comparar a Walcott con Henry o que Fabianski cuente siquiera con minutos.
Pero el colmo llegó ayer. Después de manifestar muestras de desvarío en varios partidos de la Premier, Wenger ayer se volvió a equivocar. El mismo Sporting de Braga que eliminó de forma vergonzosa al Sevilla en la fase previa de la Liga de Campeones, le endosó un 2-0 al Arsenal y le complica la clasificación para octavos. Parece ser que a Wenger no le asusta jugar con fuego y, a pesar de que su equipo se jugaba la clasificación, en el partido de ayer alineó un once en el que hasta cinco jugadores suplentes saltaron al campo como titulares. No es la primera vez que el técnico francés hace cosas parecidas, ya que en la competición doméstica, y siempre ante rivales claramente inferiores, suele realizar rotaciones que no siempre traen buenos resultados al equipo. De hecho, si este Arsenal se ha descolgado en los últimos años de la lucha por el título es debido a la pérdida ilógica de puntos en campo contrario contra rivales que deberían ser asequibles.
En definitiva, Arsene Wenger demuestra tener todas las características para ser uno de los mejores entrenadores de la historia reciente del fútbol, como bien afirma el periodista Axel Torres cada vez que tiene oportunidad. Sin embargo creo que siempre le faltará ese 'algo' que separa a los ganadores, de los 'intentos de'.
No puedo ni me quiero despedir sin antes hacer alusión a las palabras de mi estimado 'amigo' J.J. Sarabia. Este individuo ha vuelto a hablar de mí es su monotemático espacio web, criticando la manera en la que afirmo que Manzano pide refuerzos para el Sevilla. ¿Damos todos por asumido que Del Nido no está conforme con el partido que realizó su equipo ante el Mallorca? Sí, ¿verdad? ¿Estamos seguros de que Guardiola ha pedido refuerzos como el de Afellay? Por supuesto que sí. ¿Del Nido o Guardiola han hecho declaraciones con tales afirmaciones? No, pero no es necesario. No hay más preguntas, señor Sarabia. Continúe usted lanzando chinitas en forma de ingenuas ofensivas verbales contra mi blog, que yo seguiré golpeando el suyo con demoledores y pesados argumentos. Y por favor, VEA FÚTBOL.