miércoles, 6 de abril de 2011

Prso en Dubrovnik

Las calles de Dubrovnik huelen a historia. La combinación de influencias arquitectónicas hace de ella una de las ciudades más bonitas de Europa. Son las doce del mediodía y su casco histórico se encuentra atestado de turistas extrañados ante el atractivo pero inusual aspecto de los edificios. La vista es maravillosa. Y huele a mar. Parece mentira que hace apenas un par de décadas estas mismas calles se encontrasen asoladas por el horror de la guerra.


Los niños juegan por la calles con una ajada pelota, e intentan imitar a Luka Modric, héroe nacional y esperanza futbolística para millones de croatas. Sin embargo, una pequeña charla con varios taxistas locales me ha dejado entrever que la selección nacional no está cumpliendo con la afición. “Bilic no sabe lo que hace”, opina uno acerca de su seleccionador. Al parecer, la dolorosa derrota ante Georgia sigue estando fresca en la mente de los croatas.

Sorprende que apenas haya camisetas con el nombre de Suker en las tiendas. Ha pasado demasiado tiempo, supongo. Casi quince años desde aquellos días en los que el ídolo croata marcaba goles como rosquillas en España. Sin embargo, topo con multitud de camisetas de Dado Prso. Al igual que Suker, Prso está retirado del fútbol en activo. Aun así, parece que la casaca de este espigado delantero continúa vendiéndose.


No es para menos, puesto que Prso también se hartó de romper redes. El Mónaco fue el equipo en el que se hizo grande, y Glasgow la ciudad desde la que nos siguió acostumbrando a relacionarlo con el gol. También se convirtió en pesadilla para los rivales con la selección croata, y aún recuerdo un gol suyo lanzándose a por el balón en plancha, al más puro estilo lobo hambriento. De hecho, para mí el gol de cabeza en plancha en el área pequeña lo inventó él.

Era torpe con el balón, es verdad. Pero contrarrestaba ese defecto con una gran inteligencia a la hora de jugarlo. Es un futbolista que recibía el balón con una jugada pensada en la cabeza, aunque muchas veces sus limitaciones no le permitieran completarla. Por esta razón muchos le acusaron de paquete. Pero yo pienso que el fútbol no es sólo para Messis. La intensidad, la presión, la regularidad y el hambre son características cuya importancia a veces olvidamos. Prso tenía todo eso. Jugaba la pelota con valentía y por ello a veces fallaba, pero nunca se escondía.


Esa es la razón por la que aún es querido en Croacia, país que parecía vivir del recuerdo de Suker. Pero el fútbol moderno ha dado y sigue dando buenos referentes futbolísticos a la afición de este país. Suker lo fue, pero Prso lo es, mientras que Srna y Modric lo serán. La gente siempre necesita una ilusión. Los croatas piensan que lo mejor siempre está por venir y que hay que estar preparado para el cambio. Es algo que he aprendido en Dubrovnik.

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