sábado, 23 de julio de 2011

La casta de Voeckler y Tévez

Thomas Voeckler no es el mejor. Está claro que hay ciclistas con más calidad que él en el pelotón. Sin embargo, su casta y su coraje (por no decir “sus pelotas”) le hacen estar muy cerca de los corredores que marcan la diferencia. El ciclista francés ha defendido el maillot de líder como un jabato, hasta que en la jornada de ayer cedió la cuchara pasando el amarillo a Schleck, quien a su vez hoy se lo entregó a Cadel Evans, justo ganador (virtual) del Tour.

Pero de lo que podrá presumir Voeckler es de haber vestido el maillot más anhelado en varias ediciones de la carrera. Y además, de haberlo hecho durante más días que muchos ciclistas que son mejores que él. Como escribe hoy Pedro Horrillo, “Voeckler no ganará este Tour, pero no será por no haberlo peleado”. La imagen del corredor del Europcar llegando a la cima de Plateau de Beille completamente exhausto, pero conservando el amarillo, quedará para la historia del ciclismo francés.


No, no me olvido de que este blog va de fútbol. Simplemente he usado a Voeckler para presentar a Tévez. Y es que esas cualidades que posee el francés son comparables con las del delantero del Mancheser City. Ahora que parece que el argentino está acabado tras su pésima Copa de América, y después de haber recibido críticas por su posible marcha al fútbol brasileño, fuera del primer nivel, es cuando más se merece que se le valoren aquellas cosas que le han hecho grande.

Tévez siempre vivirá a la sombra de Messi. Si no hubiese sido por el barcelonista, habría liderado a la selección y estaría considerado como uno de los futbolistas argentinos más grandes de toda la historia. Pero la aparición de la pulga le hizo adoptar un papel secundario, tanto en la albiceleste como en el panorama futbolístico internacional. Es injusto como a veces el contexto hace que muchos futbolistas estén infravalorados.


El Apache no es el más rápido, ni el más habilidoso, ni tampoco posee una técnica impresionante. Pero es un jugador rápido, habilidoso y con buena técnica. Y eso, unido a una capacidad de lucha y brega (en definitiva, pelotas) que pocos jugadores tienen, hace de Tévez uno de los futbolistas más valiosos de este planeta.

Puede jugar de nueve, sin serlo, y marcar goles importantísimos para su equipo. Es capaz de acostarse en una banda y desequilibrar. También baja hasta el círculo central para organizar el juego sin problemas. Y como segundo punta, que es su posición, junto a un nueve puro, es capaz de todo. No es egoísta, pero dribla como ninguno. Posee movilidad y visión de juego. Es, en definitiva, un todoterreno.


No está contento en el City y busca una salida. Se habla del Corinthians, que ofrecería 40 kilos por él. Por ese precio, me parece hasta barato, y si yo fuera el Real Madrid o el Inter no dudaría a la hora de ofrecer una cifra parecida por el Apache. No olvidemos que tiene 27 años y una carrera por delante. Y si le dan la oportunidad de sentirse importante en un club grande y con tradición europea, podría conseguir cualquier cosa. A la pregunta de si prefiero a Neymar o a Agüero, yo respondo: TÉVEZ.

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